"Un paso no dado
es un sueño perdido"

lunes, 10 de marzo de 2008

Mi alma y mi nieta Alma

A lo largo de nuestra existencia, “…, ser nieto, ser hijo, ser marido, ser padre, ser abuelo,” jalona la posición de nuestras relaciones de familia en un continuo que nos lleva de un pasado cierto en el que no éramos proyecto de vida a un futuro en el que no estaremos, haciéndonos persona y recuerdo en un tiempo efímero.

Ocupar tu lugar, saber por tu inteligencia que eres un eslabón más de una ciega cadena biológica que ha llevado desde una “sopa primigenia de aminoácidos” a esta humanidad prescindible con el único objetivo de adaptarse al medio y de propagar la vida, que es sagrada por ser única.

Ser lúcido y al mismo tiempo no desesperar al mirar la nada. Ser consciente de que nuestra alma todo esto lo transmuta en complejos sentimientos de individualidad, de relaciones sociales y de ansias de eternidad. Recoger la herencia social para transformarla y trascender a la biología para poder reflejarse en la visión y en el recuerdo de otros, pero ahora mismo me basta la mirada nueva y curiosa y la sonrisa de mi primera nieta, de Alma.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por compartir esta reflexión esencial. Me ha llegado al alma (a la mía) porque la comparto literalmente, salvo que (todavía) no tengo una nieta tan maja.

Y gracias también por el atrevimiento de presentarte mediante un blog, que nos permite a la comunidad universitaria conocerte en anchura y profundidad, al ritmo de cada cual, participando con comentarios y quizás debates.

La transparencia me parece una cualidad fundamental para regir una comunidad tan enorme como la nuestra, y esta iniciativa muestra una incomparable voluntad de transparencia.